He soñado contigo

domingo, 17 de octubre de 2010

Feliz Día de la Madre

Adoro a mi madre
porque le gusta cantar
porque come cerezas
y ama las lentejuelas.

Adoro a mi madre
porque se viste de azul
porque se vuela de a ratos
a épocas intensas.

Porque ahuyentaba el miedo con sus manos
y abría valijas llenas de regalos
y no apagaba la luz hasta verme llegar,
hasta verme llegar.

Adoro a mi madre
porque me deja ser yo
porque vuelve a la vida
después de tantas guerras.

Adoro a mi madre
porque en un acto de amor
me puso a andar en las filas
de un mundo mejor.

Y porque es linda de pies a cabeza
y me enseñó el valor de la belleza,
me enseñó la realidad
de llorar por amor, de llorar por amor.

Madre, si me soltás me caigo
dicen que eso que llaman el cielo
se parece a tus ojos.

Madre, no quiero tener miedo
hay tanto para ver,
para andar, para hacer en el mundo.

Adoro a mi madre
porque revienta de luz
y desparrama pasiones
sobre esas calles grises.

Adoro a mi madre
porque recicla el dolor
porque renueva las fuerzas
desde esas cicatrices.

Y porque tuvo el mundo entre sus manos
y quedó suspendida en unos años
pero intenta renacer
cada vez que sale el sol.

Madre si me soltás me caigo
dicen que eso que llaman el cielo
se parece a tus ojos.

Madre no quiero tener miedo
hay tanto para ver,
para andar, para hacer en el mundo
(Letra de Silvina Garre)


                                                                                         Chuchi Gonzalez

miércoles, 13 de octubre de 2010

Si Me ves

A Josefa Alcaraz Martinez


Si me ves…
Si me ves cansado fuera del sendero,
ya casi sin fuerzas para hacer camino;
si me ves sintiendo que la vida es dura,
porque ya no puedo, porque ya no sigo;
ven a recordarme cómo es un comienzo,
ven a desafiarme con tu desafío.
Muéveme en el alma, vuélveme al impulso,
llévame a mí mismo.
Yo sabré entonces encender mi lámpara
en el tiempo oscuro, entre el viento frío
Volveré a ser fuego desde brasas quietas,
que alumbre y reviva mi andar peregrino.
Vuelve a susurrarme aquella consigna
del primer paso para un principio.
Muéstrame la garra que se necesita
para levantarse desde lo caído.
Si me ves cansado fuera del sendero,
sin ver más espacios que el de los abismos
trae a mi memoria que también hay puentes,
que también hay alas que no hemos visto.
Que vamos armados de fe y de bravura,
que seremos siempre lo que hemos creído.
Que somos guerreros de la vida plena,
y todo nos guía hacia nuestro sitio,
que un primer paso, y que un nuevo empeño
nos lleva a la forma de no ser vencidos.
Que el árbol se dobla, se agita, estremece,
deshoja y retoña, pero queda erguido.
Que el único trecho que da el adelante
es aquel que cubre nuestro pie extendido.
Si me ves cansado fuera del camino, solitario
y triste, quebrado, herido,
siéntate a mi lado, tómame las manos,
entra por mis ojos hasta mi escondrijo
y dime “¡se puede!” e insiste, “¡se puede!”, hasta
que yo entienda que puedo lo mismo.
Que tu voz despierte, desde tu certeza,
al que de cansancio se quedó dormido.
Y, tal vez, si quieres, préstame tus brazos,
para incorporarme, nuevo y decidido.
Que la unión es triunfo cuando hombro con hombro vamos,
y así “¡se puede!”, con el mismo brío.
Si me ves cansado fuera del sendero,
lleva mi mirada hacia tu camino.
Hazme ver las huellas, que allá están marcadas,
de un paso tras otro por donde has venido.
Y vendrá contigo una madrugada,
la voz insistente para un nuevo inicio.
Que abriré otro rumbo porque si he creído,
que siempre se puede…
“¡se puede, mi amigo!”.
(Autor desconocido)

Con todo mi amor a una gran mujer, que sabe comprender y creer. Gracias!!!! Besos, Ana.

Una caricia perdida



Para vos, Omar, que con tu humildad
 hacias la diferencia en el mundo
 Lo Lamento


Una caricia perdida,
Suspendida detrás de mi mirada
Marchita como un ramillete de ternura,
No entregada!
Enmudecida de desencanto y pena,
Intentando no intuyeras la cita que tenías con la nada.
Una caricia herida, indecisa que volaba,
a su centro de vida, detrás de mi mirada.
Arrepentida, quizás equivocada, debió ser más valiente,
y acariciar tu cara.
Era yo quien no quería aceptar que tú partías,
cuando con tus ojos vidriosos me observabas.
Te fuiste a un espacio que no entiendo,
en el olvido, sin tiempo, ni distancia.
Un subyugar esperanzas sin salida
Y la caricia se posó en tu rostro desolada
cuando ya no la sentías, ni esperabas.
Cobarde me sentí por no ofrecerla a tiempo
a quien amaba, aunque no estuviera enamorada.
La nostalgia es ya una congoja.
La amargura se nutre de imposible.
Porqué no puedo reprimir las lágrimas.
                                                              Ana

Más allá de la puerta del Jardín

Más allá de la puerta del jardín,
donde crecen las madreselvas,
trepándose por las patas oxidadas del molino,
elevándose hasta sus aspas.
Te espero!!
He vuelto, con ilusiones nuevas renovadas,
queriendo acariciar tu piel de aceituna, fundirme en tus sueños, transformada,
con nuevas alas, en un dulce aleteo ,
besar tu alma.
Te espero!!
He vuelto, sin tiempo, soñando con tibias alboradas,
queriendo ser luna, nube o ser estrella,
suave despertar, alondra en vuelo,
ávida de frescor, acariciar la brisa,
y juntos encender el fuego.
Te espero!!
He vuelto, aletargada, espero que me arrulle,
la suave fragancia desbordada de corolas,
                                                   el fugaz aleteo de plumajes bullangueros,
                                                   sólo rozar el sol y ser felíz espero!!!
                                                                                                         Ana

Un Ángel Caído


T u corazón rectangular,
carece de amor.
Puedo pensarte sin forma,
cuando te busca el hastío de mis pasos
y regreso con huellas heridas.
Tus ojos negros, profundos de misterios,
cegados al amanecer, al pájaro, a la flor,
observan mudos mis ansias de tí.
Tus pestañas enmarañadas hojarascas,
cierran la puerta a tu alma de hielo.
No encuentro la entrada.
Tu boca, desierto donde florece... ¡ la nada !
no sacia mi sed.
Hombre álgido y solo, vagas en silencio,
como un ángel caído, sin voz, sin rima,
por eso no entiendes mi poesía.
¡En tus venas la sangre sobra!
Albergas tanto frío!
Tu presencia me espanta prefiero desviar mis ojos,
tengo miedo de que tu desamor
me convierta en un glaciar
                                                                  Ana

Cuando...



Cuando los matices otoñales
dibujen el ocaso,
desgranando quimeras,
labrando desvaríos de soledad
constante, en mi vida.
¡ Vuelo de paloma ! LA TRISTEZA,
se elevará en mandalas concéntricas
de abigarradas luces místicas,
buscando interioridad, urgencias,
de saborear fragilidades
de atardeceres opalinos,
donde fenece tanta vida
y renace la promesa de una melodía pasajera.
La serenidad que sólo tiene un día.
La incertidumbre, lo que fue y no fuimos.

Cuando la soledad muerda el borde del silencio,
y las palabras se cuelen
en las grietas de la pasajeridad,
anhelos ignorados abrirán sus ojos,
a las promesas que trasciendan el dolor.
Como un fantasma despavorido, vestido de harapos,
huirá la angustia.
Deseos olvidados,
se adentrarán en la espesura
caótica del mundo, para fruir la vida,
bella,cruel, inesperada, amada,
incierta ¡ VIDA !
                                               Ana

Primavera

Primavera, de polen y azucenas.
De misterios, mariposas y amor.
De vecino, el verano presuntuoso.
De amante, Don Otoño sin candor.
Lluvias suaves y espesas,
húmedo aliento de algún Dios.
Rosas, margaritas, madreselvas,
perfumes que embriaga el corazón.
Primavera, es la niña de los sueños,
que maduran hasta el amanecer,
si se duermen, se olvidan con invierno,
y dejan heridas en la piel.
Colibríes al este y al oeste.
Explosión del Jacarandá.
Soles redonditos y calientes.
Caracolas que se anuncian a la mar.

                                                    Ana

Igual te espero

Frente al Espejo.
Encerrada en mi mente incongruente,
la soledad que lastima, ni se advierte,
Estoy presa, de tus lindos ojos muertos,
que me miran desde el centro del dolor.
Recordándote “sin gracia” en mi abundancia
de carencias, de vacíos, de ignorancia,
Soy la misma que amaste alguna vez.
Con un poco de polvo en el alma.
En el baul de la niña, olvidé
Ilusiones, esperanzas y mis sueños,
y nunca más, volví por ellos.
Ahora soy un fantasma que recorre
los llantos de una casa.
En mi cárcel de preguntas, hoy te espero.
Aunque... No sueño ni siquiera con los ojos cerrados,
Igual te espero.

                                                                                Ana

Decepción

De haberme dado, infame amante, sábanas perfumadas,

De ilusiones infinitas, de besos y ardientes emociones,

Mi corazón jovén e inocente, no habría ensombrecido,

Como la noche incierta que cae sin estrellas, en los ojos del olvido.

De callado susurros, sin ruidos, ni melodías,

Tierra errante, violenta, valdía;

No tuvo un para qué haberte conocido desconociendo,

Las hojas secas de tu alma en constante huída.

Meses sin lunas, sin soles, sin velas encendidas,

Durmiente bufón de moral pretendida,

Fue tu cortejo una falacia de fuegos mortecinos,

Ansiedad enmascarada, moribunda alegría.
                                                                    Ana