He soñado contigo

Poemas que Dejaron Huellas

En su abrazo yo abrazaba todas las rosas:
las rosas de la piedra y las del sueño,
las rosas del torrente y las del vino,
las furibundas rosas cinceladas
sobre el cráneo del sol, en ajetreo continuo;
las de apretada nieve, rosas, con que ciño
mi frente en un círculo de llamas;
y las implacables que coronan
la espina de la rosa;
las que disgrega el éxtasis en torno
a los banquetes del amor, y las que llueven
ceniza y agonía
sobre la faz del moribundo;
las rosas del poema y las del humo,
las rosas del rosario y las del tigre,
las invisibles rosas de mi sangre y las azules
que hará brotar mi muerte,
mi terraza barrida y la brisa de las rosas
entrando por los balaustres de la tarde;
las rosas que treparon la escalera,
y la que se prendió a la cerradura
al él cerrar la puerta;
las rosas de su sexo y de su pie
restañadas y aún tibias sobre el lienzo
alimenticio y lechal de la mañana,
las rosas del que llegó y aún no se ha ido;
en sus brazos yo las abrazaba:
la lacerante rosa aún no podada
que balancea su olvido sobre el tallo;
y la incomparable que perdura
en todo lo que fue, o pudo no haber sido;
la rosa desnuda de la rosa.
ROSARIO FERRÉ
( Puerto Rico, 1938 )
En el silencio estrellado
la Luna daba a la rosa
y el aroma de la noche
le henchía ?sedienta boca?
el paladar del espíritu,
que adurmiendo su congoja
se abría al cielo nocturno
de Dios y su Madre toda...
Toda cabellos tranquilos,
la Luna, tranquila y sola,
acariciaba a la Tierra
con sus cabellos de rosa
silvestre, blanca, escondida...
La Tierra, desde sus rocas,
exhalaba sus entrañas
fundidas de amor, su aroma...
Entre las zarzas, su nido,
era otra luna la rosa,
toda cabellos cuajados
en la cuna, su corola;
las cabelleras mejidas
de la Luna y de la rosa
y en el crisol de la noche
fundidas en una sola...
En el silencio estrellado
la Luna daba a la rosa
mientras la rosa se daba
a la Luna, quieta y sola.
Poema de Miguel Unamuno
He soñado contigo
sin saber que soñaba…
En la gran chimenea
crepitaban las llamas,
la tarde se moría
detrás de la ventana.
Te he visto en mis ensueños
como un blanco fantasma,
alto junco ceñido
al aire de mi alma.
Te he visto ennoblecido
por estrellas lejanas,
turbado por la fiebre
de mi propia nostalgia.
Sobre la alfombra, quieta,
te sueño arrodillada.
Te sueño como a un Príncipe
de los cuentos de Hadas,
como a un vikingo rubio
con escudo de plata.
¡Qué bien quererte mucho
hasta quedar exhausta!
¡Qué bien sentirme siempre,
–¡Dios mío!– enamorada!
Me da miedo el vacío
que me queda en el alma,
el frío que me hiela
cuando el hechizo pasa.
Yo quiero amarte mucho,
con un amor sin pausa,
con un amor sin término,
como los dioses aman,
como los astros, como
las bestias y las plantas.
Siento celos del leño
que acaricia la llama…
¡Igual me abrasaría
si tu me acariciaras!

Susana March


Mi corazón se siente satisfecho
de haberte amado y nunca poseído;
así tu amor se salva del olvido
igual que mi tenura del despecho.
Jamás te vi desnuda sobre el lecho,
ni oí tu voz muriéndose en mi oído;
así ese bien fugaz no ha convertido
un ancho amor en un placer estrecho.
Cuanto el deleite suma a lo vivido
acrecentado se lo resta el pecho,
pues la ilusión se va por el sentido.
Y en ese hacer y deshacer lo hecho,
sólo un amor se salva del olvido,
y es el amor que queda insatisfecho.

Ángel Buesa
VIVIR

Atropellar los muros.
Romper las cadenas.
Desatar las caricias.
Violar las miradas.
Destruir los templos.
Depender de un sueño.
Transgredir las palabras.
Atentar los espíritus.
Escapar al hechizo.
Amordazar los cuerpos.
Saborear la impotencia.
Demoler ideales.
Destilar la rabia.
Morar en la angustia.
Llorar a mares.
Mutilar los sentidos.
Morirse en intentos.

Ana Basurto
Una mujer se distrae, de los detalles del mundo,
por creer su errante discurso, que el tiempo ha pasado,
y no puede amar;
Por sentirse un manojo de ayer,
una flor marchita en un papel.
Pero de lejos la miran, unos ojos tan profundos,
como todo el silencio absurdo,
errante y confuso,
propio del amor,
y suspiran jazmines y miel,
Y hasta lloran por verla otra vez…
Esa mujer casi muda, ya no le habla a sus sueños,
se canso de esperarlos despierta, y de noche no sueña.
No puede dormir,
Le robaron las ansías de ser,
De entregarse libre al placer.
Lleva en el alma un hueco, por donde escapa la vida,
los rituales mundanos, no anidan,
sus viejas heridas defienden su honor.
Pero él se ha extraviado en su don,
la belleza de su corazón.
sin reparar en tristezas, se lanza a la deriva;
le declara a su amante querida,
su furia bendita,
su fiel condición…
de amarla como se ama a Dios
de cuidarla con noble pasión.
Ella mira asustada, a ese quijote inocente,
la locura fugaz, delirante,
proezas de un antes
ella no ha de andar,
ya su cuerpo es un templo de sal
Y las llaves perdió al azar.

Ana Basurto

 
 Estalló una estrella en mi corazón verde corría el agua roja sobre mi bañera calada hasta el alma que mis pies descalzos no tocaban tierra el agua deslizando
por mi tronco de árbol
y mis brazos ramas
una mariposa
al verme me donó sus alas
¡no las necesito!
susurré agradecida
estoy en el aire puedo volar
hechizada sin alas ni hadas
sola por los aires
dueña de mi mundo
ya no estoy triste
se que tú existes
ya no pido más
no importa el silencio
no zumba
la mosca
acudió al panal

• Tanto he soñado contigo que pierdes tu realidad.
• ¿Habrá tiempo para alcanzar ese cuerpo vivo
• y besar sobre esa boca
• el nacimiento de la voz que quiero?
• Tanto he soñado contigo,
• que mis brazos habituados a cruzarse
• sobre mi pecho, abrazan tu sombra,
• y tal vez ya no sepan adaptarse
• al contorno de tu cuerpo.
• Tanto he soñado contigo,
• que seguramente ya no podré despertar.
• Duermo de pie,
• con mi pobre cuerpo ofrecido
• a todas las apariencias
• de la vida y del amor, y tú, eres la única
• que cuenta ahora para mí.
• Más difícil me resultará tocar tu frente
• y tus labios, que los primeros labios
• y la primera frente que encuentre
• Y frente a la existencia real
• de aquello que me obsesiona
• desde hace días y años
• seguramente me transformaré en sombra.
• Tanto he soñado contigo,
• tanto he hablado y caminado, que me tendí al lado
• de tu sombra y de tu fantasma,
• y por lo tanto,
• ya no me queda sino ser fantasma
• entre los fantasmas y cien veces más sombra
• que la sombra que siempre pasea alegremente
• por el cuadrante solar de tu vida.
Robert Desnos: 1900-1945 Versión de Francisco de la Huerta



Mariposas de Colores Mariposas de colores velan tu sueño,
Las he mandado yo portando un fino velo

tejido con anhelos y sueños

..y deseos,

para que te protejan mi dulce,

de penas y castigos

de desamores y tristezas

mariposas de colores en tu almohada

caricias de mi alma...

..a tu alma

he fabricado una coraza de besos invencible

te cuido en la distancia

cada dia te mando mariposas de colores

de sueños,

añoranzas y esperanzas,

unas alas negras te han acercado a mi,

para protegernos con el velo

que un día tejí,

y te abrazaré

y me llamarás por mi nombre

y te miraré...

..y me verás


- Elredo -